23 marzo 2011

La mente, un espejo virtual.

¿Quíen soy? Buena pregunta para empezar. La verdad es que eso es algo que me sigue hace tiempo. Pero tal vez este no sea momento de filosofía. Sólo voy a repetir lo que el espejo engañoso, de mi mente, que hace y rehace la que soy, me dice. Dice que me persigue la locura y la muerte, siempre en silencio. Qué digo más cuando callo y me dejo tomar por el Arte que cuando hablo. Y que la vida, esa insaciable,  mandoble tras mandoble quiere que sepa quien soy. Todavía no sé para qué, pero hay designios y si en ellos está el Arte, pues, sea.
El Arte es el alma del cuerpo que forma la humanidad homicida, no dejemos que lo enfangue, ni lo dejemos caer. ¿Digo con esto que no formamos parte de esa humanidad? Sí  que somos parte, pero solo nosotros podemos porque nos atrevemos a amarlo.
Es poderoso y frágil, y cuando no hay paz, no está. Sin duda también se gesta en la crisis, pero cuando se ha llegado a profundizar en el alma humana, (la propia) no se necesita el caos para parirlo. Pero para eso falta mucho, y acaso